ARTÍCULO

Participación y diseño residencial

María Bertrand Suazo - Arquitecto U.Ch..

 

La década del setenta ha sido, sin lugar a dudas, la que mostró con gran fuerza la importancia que asume la reivindicación de valores urbano-arquitectónicos 1 que, superada la etapa de explotación por los mass-media, han empezado a ser integrados por la administración pública y por los grupos profesionales como elementos distintivos de una "nueva manera" de trabajar: se trata de la "participación", de la "integración al contexto" inmediato y de los métodos de "evaluación de la calidad urbana" a partir de la percepción de los habitantes2.

Se trata de una modificación de los esquemas habituales en pensamiento y acción y, como tal, no ha sido fácil de vivir. No obstante, se reconoce que es uno de los caminos necesarios para llegar a comprender algunas de las auténticas problemáticas de nuestro quehacer cotidiano. Así, con respecto a la participación, hay que saber como valorarla -en sus muy variadas expresiones- en relación a la utilidad y realismo de sus diferentes formas.

El resumen de una evaluación en un pequeño conjunto residencial londinense elaborado, en parte, con participación en el diseño y, en parte, con el sistema tradicional de entrega del producto terminado a sus ocupantes permite una primera exploración de las posibilidades y limitaciones de la "participación" activa como de los sistemas de evaluación posteriores. Es una forma indirecta, si se quiere, de abrir el campo a las interrogantes más concretas.

Creemos, además, que esta integración masiva de los métodos de evaluación significan el inicio de una apertura a la fuerte dinámica de la realidad. En todo proceso en el que se expresa la vida, en sus infinitas dimensiones, es lógico considerar la inclusión de la comprensión y el conocimiento del pasado, de el estado actual y de las posibles proyecciones a corto, mediano y largo plazo (las que pueden ser contradictorias entre si)...En esto, tal vez otras disciplinas tienen mucho que aportar. Ya ha transcurrido tiempo desde que, refiriéndose al "ser" del hombre, los filósofos indicaron:

"lo que éramos el año pasado, lo que seremos el próximo año, todo ello pertenece a la totalidad del ser más, como el año pasado ya se fue y el próximo no ha llegado, poseemos nuestro ser sucesivamente..."

Tal posición, no es igualmente válida para los lugares que habitamos? Dejemos abierto el tema para observar el caso concreto entregado en el "documento de trabajo" del profesor Martin Symes, de la Bartlett School of Architecture and Planning de Londres quien generosamente autorizó su traducción y difusión en el ámbito académico.

Cierto, se trata de una experiencia foránea y otra es nuestra realidad con tingente. Conocemos también los peligros de los "traspasos" simples de modelos. Lo que queremos decir es que, si conceptual y metodológicamente este caso es muy significativo, no es menos cierto que las jerarquizaciones de valores y demandas de los residentes serían aquí algo diferentes, tal como lo están mostrando los trabajos de E. Franco y P. Larraín 3 y, en otro ámbito, las experiencias de las diversas alternativas tales como las ONG. Valga entonces este pequeño aporte como una visión desprejuiciada sobre el complejo y cambiante concepto de "participación" en el ámbito residencial.

 

DISEÑO Y PARTICIPACIÓN PÚBLICA. VIVIENDA EN ADELAIDE ROAD4

ALEXI MARMOT Y MARTIN SYMES

(Traducción al español de María Bertrand S.)

 

Este estudio del caso de Adelaide Road surge del trabajo de diseño y de evaluación efectuado por el Departamento de Arquitectura del GLC y gracias al apoyo financiero de la Fundación Nuffield.

 

PARTICIPACIÓN EN EL DISEÑO RESIDENCIAL. PSSHAK y HAK

El Comité de la Vivienda del Consejo del Gran Londres (G.L.C.) está a punto de aprobar un nuevo conjunto residencial para 50 familias. Su intención es trabajar con la participación de los futuros residentes, previamente seleccionados y compro metidos con el diseño desde las primeras etapas. Sin embargo, este Comité de Vivienda acaba de recibir el informe sobre los resultados del conjunto de Evaluación Residencial (Housing Appraisal Kit, H.A.K.) del esquema de participación más recien te en Adelaide Road, Chalk Farm, en cuyo diseño se empleó el PSSHAK (Primary Support Structure and Housing Assembly Kit).

La evaluación del proyecto de Adelaide Road mostró que, en general, los residentes que participaron en el diseño se manifestaron mayoritariamente menos satisfechos con sus viviendas que aquellos que no estuvieron involucrados. La presentación al Comité de Vivienda debe interpretar el porqué de tales resultados y aconsejar al Comité sobre las formas de organizar la participación en estos proyectos.

 

Participación en Diseño Residencial

Durante los últimos 20 años se ha insistido repetidamente sobre la necesidad de un enfoque más sutil y adecuado en el diseño de viviendas para grupos de bajos ingresos, gracias a la participación de los ocupantes en la definición de su entorno residencial. En buena parte, este proceso participatorio ha sido una reacción derivada de las acciones de protestas de diversas comunidades cuyas viviendas fueron demolidas en "programas de saneamiento" de áreas insalubres. Esta forma de actuar con comunidades consolidadas suscitó objeciones y muchas de las personas así desplazadas se vieron enfrentadas a la necesidad de buscar otro hogar sin contar con ningún tipo de asistencia o sin poder elegir el lugar o el tipo de vivien da GLC.

Este no es un problema únicamente británico. Ocurre igualmente en Europa Occidental, en Norteamérica y en los países en desarrollo. En este último caso, los ocupantes de viviendas precarias han objetado tanto la demolición de sus casas como las soluciones masivas que les han sido entregadas, con localizaciones, costos, diseños inadecuados, además de carecer de la infraestructura comunal mínima.

Numerosos arquitectos y otros profesionales respondieron sugiriendo otras formas de proveer viviendas. Así, John Turner enfatiza las ventajas de la autoconstrucción, especialmente para los países en vías de desarrollo. En Estados Unidos, J. Jacobs pide nuevas alternativas ante la destrucción de las comunidades residenciales provocadas por las intervenciones en gran escala. En Holanda, Nicholas Habraken argumenta contra la "vivienda masiva", planteando, en su lugar, la provisión de "estructuras básicas". Estas serían superposiciones de pisos en hormigón en cuyo interior los residentes pueden organizar su vivienda, a su modo, a partir de un conjunto de elementos en serie.

Actualmente, la participación pública es parte esencial en el proceso de planificación británico. Ningún proyecto residencial a gran escala puede implementarse sin alguna forma de consulta. Pero la participación activa de los residentes en el diseño de su propia casa es muy es caso. Se dice que sólo los más pudientes pueden darse el lujo de una casa diseñada a la medida y que la gran mayoría puede estar satisfecha de poder elegir sus casas entre lo que ofrecen los propietarios públicos y privados.

En el sector público se argumenta que los residentes no pueden estar involucrados en un diseño acorde a sus necesidades, ya que su identificación previa es imposible. Sin embargo, existen casos entre nuevas autoridades locales, donde los residentes han participado activamente en el diseño y en la construcción, como en el proyecto Byker, de Ralph Erskine, en Newcastle, y la auto construcción de Walter Segal en Le wisham. El G.L.C. inició un esfuerzo similar en Stanford Hill; pero el ejemplo más publicitado, derivado de las ideas de Habraken, es el caso de Adelaide Road.

 


 

P.S.A.H.A.K. en Adelaide Road, Chalk Farm.

El G.L.C. desarrolló este sistema a partir de las ideas de Habraken recogidas por Nabeel Hamdi mientras era un estudiante en la Architectural Association. La idea básica consiste en separar la estructura (support structure) de las infraestructuras internas colocada fuera del edificio (assembly Kit). Con el uso de partes ajustadas del Kit, el número y tamaño de los recintos puede modificarse conforme a las necesidades de cada familia.

El proyecto de Adelaide Road, hoy conocido como Beaumont Walk, fue construido entre 1976 y 1979. Se encuentra próximo a un área de conservación y tiene buenas comunicaciones por líneas de buses y por metro. Regent's Park y Primrose Hill están muy próximos.

El terreno es de 0.6 há. Según la zonificación le correspondía una ensidad de 247 hab/há. El proyecto (fig. 1) corresponde 8 bloques de 3 pisos. Se diseñaron de modo tal que cada vivienda tuviera un ingreso individual en el primer piso de la fachada principal así como jardín o balcón privados. La estructura básica del bloque permite distribuciones internas flexibles y variedad de tamaño de vivienda, desde aquellas para una sola persona a departamento de 3 pisos para familias de 8 personas. Algunas de estas combinaciones de tamaños de vivienda están indicadas en la fig. 3. Los estacionamientos están agrupados en torno a patios abiertos. Hay zonas especiales para los niños. Se dio mucha importancia al diseño de los espacios exteriores a través de la colocación de esculturas y elementos decorativos en los rebordes de los jardines, o la grabación de poemas en las losas de los recorridos peatonales.

La estructura básica (fig. 4) tiene muros soportantes, losas de hormigón armado y puntos de servicio. Las ventanas, puertas y ductos son fijos pero permiten alteraciones. El conjunto de paneles se arma independienteniente de la base estructural y consiste en elementos prefabricados importados de Holanda. El conjunto incluye cocina, baño, ensambladuras y ductos eléctricos. Se les ha diseñado para racionalizar el proceso de construcción tradicional y facili tar la rapidez de construcción in situ, tanto en el primer esquema organizativo como en las modificaciones posteriores.

 

 

El primer paso en la participación de los residentes consistió en invitar a un pequeño número de familias a una reunión donde se describieron los principios del sistema, cuando la estructura básica se estaba ter minando. Las limitaciones de las combinaciones fueron señaladas muy claramente. A todos los que se interesaron en participar se les en tregó un manual que explicaba paso a paso el cómo proceder, así como una lista con la cual explicar sus necesidades (fig.5). También se les dio un juego de planos del espacio que les correspondía, para que bosquejaran sus ideas. Dos semanas más tarde, un pequeño grupo se reunió con el arquitecto para analizar cada diseño.

El arquitecto vio su rol como negociador o capacitador, empleando su experiencia para interpretar las necesidades de cada cliente. Ofreció algunas sugerencias frente a algunos defectos obvios en los diseños de los residentes, pero, en general se dejó que cada uno actuara a su modo.

De las 45 viviendas, solo 2 6 3 permanecieron iguales. Las variaciones permitidas por el PSSHAK permitieron a una madre y su hija subdividir el espacio para tener dos dormitorios en vez de uno como correspondía en el departamento tipo (fig.6). Otro residente, que vivía solo, prefirió tener un gran estar con un estudio y un dormitorio muy pequeño. (fig.7).

 

 

 

El sistema PSSHAK no carece de problemas. El arquitecto consideró que el trabajo con los residentes consumía demasiado tiempo, y que a menudo éstos volvían a cambiar de idea en el último minuto. También fue muy difícil respetar las ordenanzas sobre incendios ante la gran variedad de esquemas y soluciones arquitectóni cas. Según el arquitecto la diferencia en el costo de construcción entre los sistemas tradicionales y el esquema PSSHAK era mínima y los ahorros en tiempos de diseño y de construcción solo serían tales empleando procedimientos simplificados. A largo plazo, las economías serían considerables en la medida que el sistema evolucionara lentamente a modificaciones y modernizaciones. Estas sugerencias no fueron consideradas.

 

La evaluación del PSSHAK

Dada la novedad del esquema, un gran número de artículos de prensa fue comentando su desarrollo. El Architect's Journal publicó una extensa crítica, de Raventz y Low, 18 meses después que los residentes empezaron a habitar sus departamentos, señalando los entusiastas comentarios de los ocupantes:

..."Parece demasiado bueno para ser cierto y me pongo a pensar si voy a despertar y encontrar que todo fue un sueño"...

..."Es una experiencia que me hace sentirme como un magnate, no como arrendatario del Consejo. Ahora tengo un departamento que satisface mis necesidades y mi forma de vivir"...

Raventz y Low defendieron el concepto aunque indicaron que, en la práctica, la flexibilidad del PSSHAK beneficiaba más a los contratistas que a los residentes por los cambios de último minuto. En teoría, el sistema es capaz de cambiar la organización de la vivienda acorde con las diferentes necesidades de los ocupantes -un principio del concepto de "soporte" de Habraken-. Pero, el G.L.C., en tanto que propietario se muestra reacio a que esto suceda y los cambios de paneles interiores deben ser realizados por operarios del G.L.C. Los autores consideraron que el éxito de Adelaide Road puede deberse, en parte, al terreno pequeño, o bien localizado, a los bloques bajos y al buen tratamiento paisajista. No obstante lo cual, también recomiendan el desarrollo de mayores esfuerzos en la participación de los residentes en el diseño y administración de sus viviendas.

Posteriormente, el G.L.C. efectuó su propia encuesta (en 1979) sobre el estado de uso del H.A.K. Cada familia recibió un cuestionario: 41 de los 45 fueron contestados, un nivel de respuesta muy elevado. El informe completo: "Adelaide Road Estate. Report of Housing Appraisal Survey" fue publicado por el Departamento de Arquitectura del G.L.C.

En esta evaluación, la mayoría de los interrogados se encontraba satisfecho con su vivienda, con los espacios interiores y con el área próxima al conjunto. La información detallada explicitó numerosos factores: los que parecían contribuir a la satisfacción general eran el disponer de bastante espacio, especialmente en el estar, dormitorios, cocina y circulaciones, en los accesos, en la apariencia del conjunto, en las áreas de juego, los sistemas de evacuación de basura, las áreas de lavado así como la conveniencia de vivir en dicha área. Los factores menos satisfactorios fueron los espacios de closets, los jardines, la privacidad, el ruido del tránsito, el aseo, los estacionamientos, el cómo conseguir que se efectuaran reparaciones.

 

 

 

Dado que el PSSHAK reconoce el rol del usuario, los resultados más interesantes de la evaluación se refieren a la interacción entre "participación" y "satisfacción". En el momento de la evaluación, solo la mitad de los que iniciaron el proceso participativo vivían en el conjunto; los otros partieron incluso antes que los edificios estuvieran terminados.

Los principales párrafos de la evaluación del G.L.C. señalan:

"Una de las particularidades de este proyecto fue la participación de los usuarios en el diseño de los espacios interiores de la vivienda. Este diseño excluirá la modificación de la distribución y tipo de ventanas, baños, escalas, sistemas de calefacción central, estructura, estándares de Parker Morris (...)5 .

Alteraciones y adiciones posteriores fueron solicitadas por el 31% de los habitantes y se referían principalmente a colocación o remoción de divisiones interiores, de puertas, de closets y armarios, todas las cuales fueron encargadas y realizadas por los arquitectos del G.L.C.

La satisfacción por parte de los habitantes que participaron fue:

 

Satisfacción por participación:

participantes 54%

satisfechos 59%

insatisfechos 27%

no responde 14%

 

(...) la pregunta sobre el grado de satisfacción estaba abierta para permitir todos los comentarios positivos o negativos (...). Estos últimos se concentraron en los problemas de estantes y closets (31%), baños (18%) y solidez de las divisiones interiores (9%). También quedó en claro que la falta de formación arquitectónica por parte de los ocupantes los llevó a cometer errores (...) y a tener reacciones de desilusión cuando constataron la diferencia entre lo que se imaginaron al dibujar su diseño y lo que fue su realidad una vez construida. Tal vez el mayor grado de satisfacción demostrado por los que llegaron a vivir en los departamentos desechados se explica porque tuvieron la posibilidad de modificar un espacio real en conformidad a sus verdaderas necesidades.

 

 

Pareciera entonces que, si bien esta forma de participación individual ha tenido alguna influencia positiva, ésta ha sido modesta. Y, si en general las viviendas diseñadas por unos, pero ocupadas por otros , son más apreciadas, la participación individual es o innecesaria o sólo se revela útil después de un período de ocupación de cada una.

Las conclusiones derivadas de la evaluación Adelaide Road pueden clasificarse en:

1.características físicas, o relativas al diseño en sí.

2.características sociales o relativas al modo de participación.

 

1.Características físicas:

En términos generales, los habitantes se encuentran satisfechos tanto con sus viviendas como con los espacios exteriores del conjunto y con el entorno urbano inmediato (...)

Los aspectos de diseño que parecen haber contribuido a esta satisfacción son:

* superficies amplias de: estar, dormitorios, circulaciones.

* apariencia de las zonas de ingreso del estar.

Los aspectos considerados insatisfactorios o indiferentes se refieren a la dimensión de los closets, al tipo de jardines y a la rapidez con que se efectúan las reparaciones solicitadas.

La evaluación mostró la existencia de los problemas técnicos de la adaptación del sistema de ensamblaje del H.A.K. a las normas y estándares británicos, la falta de disponibilidad de la mano de obra calificada y la dificultad que significaban los cambios en el módulo manteniendo los menores costos presupuestarios.

 

2. Características sociales:

El que sea más fácil y más económico o bien escoger otra vivienda ya construida y que responde a las necesidades cambiantes de cada usuario, o bien modificar el sistema PSSHAK es algo que escapa a la presente evaluación. Se puede concluir que para obtener mejores resultados con el sistema PSSHAK hay que mejorar el modo de participación, otorgando más importancia a la experiencia de los arquitectos, a la opinión de los usuarios, a la flexibilidad de todo el proceso.

Sugerencias para el mejoramiento del sistema.

Para mantener la participación hay que mejorar su forma de efectuarla, sea llevándola a etapas más incipientes o actuando posteriormente ante demandas específicas. Las consultas individuales se ven largas y costosas , de allí que las etapas podrían ser:

*que el arquitecto trabaje con el sistema de diseño habitual.

*que el arquitecto discuta su proyecto con representantes de grupos de usuarios, definiendo "tipos de vivienda" por tipos de ocupantes (ancianos, adultos, familias con niños) y que cada grupo pueda escoger entre 2 6 3 alternativas de diseño que los arquitectos diseñen el esquema final y lo construyan.

*que pasados 6 meses de uso, se realicen las modificaciones que sean necesarias siempre y cuando el habitante esté muy seguro que es lo que desea y pueda pagarlas.

Así, ocupantes y arquitectos trabajarían juntos en algo más que la distribución de los espacios interiores, el proceso de "participación", sería más expedito y menos costoso.

Otros aspectos, puntuales, relacionados directa o indirectamente con el diseño y que aumentarían el grado de satisfacción manteniendo los costos serían:

*separar las viviendas de los estacionamientos y de las zonas de juegos de los niños.

*establecer sistemas que restrinjan el ingreso de vehículos que no pertenecen al conjunto.

*emplear materiales y sistemas constructivos tradicionales.

*mejorar la aislación entre pisos, entre viviendas y en los recintos adyacentes a baño y cocina.

*distribuir las viviendas de acuerdo a las necesidades de los ocupantes en especial; las viviendas para ancianos deben estar solo en el primer piso.

*mejorar el conocimiento sobre la forma de usar los diferentes equipamientos.

*estudiar la mezcla de diferentes tipos de vivienda conforme a las proyecciones estadísticas.

*mejorar la coordinación entre administración y mantenimiento.

*ampliar la colaboración de los habitantes a través de asociaciones.

Para el caso específico de Adelaide Road se aconseja:

*relocalizar rápidamente a las personas de edad en el primer piso.

*establecer sistemas de medición del consumo en calefacción.

*colocar una capa reflexiva en las ventanas que dan hacia las circulaciones públicas.

*colocar barreras que impidan el acceso de vehículos ajenos al conjunto.

*mejorar la iluminación de escalas y pasillos.

*mejorar la mantención del conjunto.6

 

Proyecciones de los resultados

Al considerar tal evaluación, hay que sopesar diferentes aspectos que faciliten llevar sus conclusiones a diversas interpretaciones:

*En primer lugar, habría que considerar si esta evaluación se preocupó suficientemente de la participación...¿En qué medida el número de respuestas fue lo necesariamente vasto como para ser confiable? ¿Se formularon acaso, las preguntas que realmente correspondían?

*En segundo lugar, sería interesante saber por qué se fueron clientes que gastaron tiempo y energía diseñando viviendas que nunca ocuparon. ¿Acaso se cansaron de esperar la construcción? ¿o encontraron algo mejor en otro lugar? ¿Se desilusionaron con un proceso que suscitó falsas esperanzas? ¿Visualizaron bien su diseño y se sintieron decepcionados cuando lo vieron construido?.

*En tercer lugar, si la evaluación es la correcta ¿habría que establecer una participación en etapas previas, suprimiendo las largas y costosas consultas individuales para trabajar con representantes de grupos?. ¿Bastaría ofrecer una elección entre 2 ó 3 planos tipo? ¿O bien efectuar solo las modificaciones que surjan después de un período de uso?.

En fin, si existe alguna forma de participación en el diseño de la vivienda ¿no debería ser algo más que la distribución de espacios exteriores? ¿Hasta dónde podría ir? 7¿Cómo integrar simultáneamente, diferentes instancias en un mismo proyecto? (arrendatario del G.L.C., compradores ocupantes, compradores arrendatarios...). En síntesis, ¿qué es lo que debería ser una auténtica "participación" en las viviendas económicas?

 

CITAS

1Nos referimos aquí a los años que siguen al fin de la primera guerra mundial, ya que anteriormente la lucha por una mejor calidad de vida urbana y residencial han sido una de las constantes en la historia de las grandes ciudades europeas, característica recogida por la literatura especializada como en todos los medios de comunicación, estéticos o informativos de la época. Henri Raymond escribe que la "historia de la ciudad se confunde con la historia de la conquista del espacio urbano para fines de conviavilidad" (Urbain Coviavilité, Urbain Culture", Annales de la Recherche Urbaine, Dunod, 37, 1988, pp. 3-8), retomando de hecho la posición de W. Benjamín (L' Homme, le language et la Culture, París, Gonthier, 1971).

La actitud de los años 70 se diferencia por los valores reinvindicados, "estéticos" en una primera fase y "participativos" actualmente. Estos valores están lejos de encontrarse lo suficientemente clarificados y F. Choay ya había señalado, en ese momento como la estrecha articulación de ciertas corrientes estéticas con actitudes reaccionales y con confusiones historicistas creaba solo confusión o superficialidad en el quehacer profesional (Documento de trabaio I.V.P.). Ahora, los valores más fuertemente preconizados son los de "participación", en los diferentes niveles de la práctica urbano—arquitectónica.

Ver IAURIF. Metropolis 84, París 1987, Urbanisme, 223, 1988, Town and Country Planning Review, 55,5, 1988. Es muy significativa que la conferencia efectuada en marzo de este año en Pittsburg, con el auspicio del American Institut of Architects y el Royal Institut of British Architects, "Remaking Cities", estuviera consagrada únicamente a este aspecto del problema, evaluando las experiencias de los últimos 15 años y proponiendo diversas fórmulas para adecuar la "participación" a cada caso, de modo que ésta se transforme, según las palabras de Colin Ward" en lo habitual y no en lo excepcionalmente notable". El énfasis en la "participación" tuvo dos grandes vertientes: participación en el diseño y sistemas de autoconstrucción. Estas opciones fueron claras y abiertamente defendidas por el Príncipe Carlos de Inglaterra, como representante oficial de la delegación británica.

2En el campo de lo urbano, ya se habla del "New Planning", sucesor de la "planificación reinvindicatoria" de los años 60. Las consecuencias prácticas de esta actitud serán diferentes en los países desarrollados y en los países en vías de desarrollo (Metrópolis 84, op. cit.) y su necesidad parece ineludible. La legislación británica ya asumió esta situación. Ver Bernard Evans, Public Involvement in the Planning Process, London,T.C.P.A., May 1985 27 pp. y Ron Bailey. Local Plans in London and your rights, L.P.A.S., Comunity

3FRANCO, E. El bienestar social en la comuna de La Florida, Región Metropolitana de Santiago. En: Revista Geográfica Chile Terra Australis, 29, 1986. pp. 139-151. LARRAIN, P,; SIMPSON-HOUSLEY, P. La marginalidad urbana desde la perspectiva del poblador. En: Revista de Geografía Norte Grande, 15, 1988. pp. 35-41.

4MARMOT, A.; SYMES, M. Public Participation in Design. Housing in Adelaide Road. London, Bartlett School of Architecture and Planning. University College, 1987. p. 19 Traducción libre y síntesis de M. Bertrand S.

5"A principios de los años 60, Parker Morris escribió: "La creencia que el diseño de una vivienda o un trabajo que cualquiera puede realizar exitosamente carece de todo fundamento: es una de las tareas más complejas de todo el campo arquitectónico.

Recomendamos que los arquitectos diseñen las viviendas de modo que permitan su integración a la variada gama de lugares y circunstancias..." Morris luchaba para que la administración de la época reconociera que el guardián de la calidad de la vivienda sólo podía ser el arquitecto. Ignoraba que su proposición se transformaría en norma fija, que muchos arquitectos encontrarían rígida, y que los conceptos de administración o los sistemas como el PSSHAK podrían pasar más fuertemente en la determinación de la calidad del medio..." Architects Journal, 27.2, 1980.

6Adelaide Road Estate. Report of Housing Appraisal Survey. G.L.C. Department of Architecture. Housing Branch.

7Hay que señalar que las instancias dife rentes de "participación" y de "consulta pública" en los niveles territoriales urbanos está legalmente determinada en Gran Bretaña, pero que los problemas tanto de interacción entre los diferentes niveles como de efectividad real de estos diálogos reside en la forma que adquiere cada proceso. Ver María Bertrand. A travel Report, F.A.U., Departamento de Urbanismo, U.CH., 1988.

ANDERSON, J.; WEIDEMANN. S. Methode d' evaluation de la qualité de l' habitat. Satisfaction des résidents Urbanisme, 218, 1987. pp. 60-67.