Revista invi Nº 47, Mayo 2003, Volumen 18 : 5 a 8

EDITORIAL

Nuestro Ex-Decano, Arquitecto y Doctor Sr. Manuel Fernández Hechenleitner, entregó su cargo en Octubre de 2002 al Decano electo, Arquitecto Sr. Julio Chesta Peigna, agobiado por una grave enfermedad renal. Su organismo rechazó un transplante de riñón realizado en Diciembre y se mantuvo con diálisis hasta Marzo de 2003. A pesar de todos los esfuerzos médicos, su vitalidad disminuyó aceleradamente. Hasta que su organismo, sin resistir más, lo liberó del padecimiento físico, transportando su espíritu más allá de nuestra vida material. La comunidad universitaria reaccionó conmovida; y el martes 1º de Abril asistió desconsoladamente a sus exequias, lamentando penosamente el sentimiento que la embargaba.
Los académicos del Instituto de la Vivienda sufrimos muy personalmente esta dolorosa pérdida y conservamos un sentido recuerdo de nuestro Ex–Decano, por su gran valor humano, académico y su generosa y afectuosa personalidad que siempre mostró indistintamente a todos nosotros. El Boletín guarda un sincero y profundo luto por esta causa
y conservará el recuerdo más querido de su persona.
En el número anterior hicimos presente a nuestros lectores la necesidad de recibir un comentario sobre la opinión que cada uno tiene del Boletín INVI. Las respuestas que hemos recibido son muy alentadoras; y nos comprometen para acentuar nuestra dedicación y esfuerzo en mejorar la calidad de la publicación. Nos sentimos muy interpretados y por sobre todo agradecidos por lo estimulante de las opiniones recibidas. Junto con agradecer a los lectores que han acogido y dado respuesta a nuestra petición, queremos comunicar a los que no han podido hacerlo hasta el momento, que cualquier comentario será muy apreciado por nuestra parte y que la oportunidad de hacerlo sigue vigente.
El presente número del Boletín lo hemos centrado en el tema "Desastres" y el contenido de sus artículos alude a fenómenos naturales y de inequidad humana derivada
de la pobreza y la marginalidad, entendiendo que estas catástrofes son las más recurrentes en el devenir de la humanidad, queremos señalar que también existen otras que afectan de otra manera a la vivienda, pero no por eso son menos lacerantes y agresivas; nos referimos a los que sufren la agresión de las guerras, internas o extranjeras; provocando muerte y graves daños a la población, aparte de impulsar emigraciones o desplazamientos humanos masivos a territorios vecinos, desconocidos y muchas veces hostiles cuando ellos alteran severamente el equilibrio de otras naciones colindantes. Revoluciones internas y guerras entre países y/o pueblos constituyen tremendas catástrofes que en nuestra era nos toca, sino sufrir, al menos conocer como inermes observadores de conflagracio- nes frecuentes, sucesivas, sino simultáneas en el mundo de hoy.
Ahora bien, sin olvidar estas incalificables agresiones entre hermanos que generan dolor y afrentan la dignidad humana, nuestro Boletín se refiere a las catástrofes que afectan prioritariamente al hábitat residencial.
Así es como publicamos en este número el artículo "En torno a los desastres naturales: Tipología, conceptos y reflexiones" del Geógrafo chileno Francisco Ferrando en el que establece una tipología de desastres tomando la relación entre el origen causal y el escenario receptor de los efectos, luego desarrolla conceptos propios del tema, la dinámica evolutiva de nuestro planeta, y termina con reflexiones sobre la posibilidad de construir espacios y sistemas sustentables, basados en el respeto mutuo sociedad-medio ambiente natural.
También incluimos el artículo "Urbanismo y naturaleza en América Latina: Un matrimonio indisoluble" del Ingeniero Geólogo colombiano Michel Hermelin, en el que señala que el aumento de la población urbana y la carencia de planeación en muchos países latinoamericanos ha puesto una fracción importante de su población en condiciones de riesgo ante los fenómenos naturales. Agrega que aún falta mucho para que se pueda hablar de una cultura del riesgo, en particular en lo que concierne al conocimiento adecuado de la dinámica del paisaje en su versión modificada por el ser humano, máxime en el momento actual, en el que se hace realidad la perspectiva de cambios globales que pueden
resultar ser cercanos, por lo que es necesario el monitoreo sistemático de los cambios en el uso de la tierra.
Incluimos también, el artículo "Los desastres nunca serán naturales" del Ingeniero Civil cubano Carlos Llanes Burón en el que establece que la visión de los desastres como fenómenos naturales, peligrosos, difíciles de prevenir y controlar, ha sido la concepción que ha prevalecido durante mucho tiempo, lo cual ha generado políticas y acciones dirigidas a la atención de las emergencias en el momento en que éstas ocurren, no obstante, sabemos que estas políticas y acciones han sido insuficientes para disminuir significativamente los daños y pérdidas resultantes.
Tenemos además, el artículo "La problemática de los desastres en el hábitat urbano en América Latina" del Arquitecto, Etnólogo y Doctor francés, Sr. Joel Audefroy, en el que presenta los principales riesgos urbanos en América Latina, examinando las alternativas propuestas por los principales actores involucrados, terminando con el ejemplo de la Ciudad de México en donde llevó a cabo un estudio que permitió conocer la percepción de las autoridades locales frente a los riesgos y de los habitantes en la Delegación Alvaro Obregón.
Después tenemos el artículo titulado "El riesgo como oportunidad" de los Arquitectos argentinos Aurelio Ferrero y Daniela Gargantini en el que señalan que durante los últimos años, el crecimiento mundial de catástrofes naturales ha ido en franco aumento, sin embargo, desde un enfoque sistémico puede verificarse que la gran mayoría de los desastres se originan en los países en desarrollo, siendo en ellos las pérdidas significativamente más altas que en los
países industrializados. Bajo esta postura los desastres no son sólo naturales sino socionaturales, al incrementar la vulnerabilidad de los sectores más desprotegidos. El desastre pone en evidencia así la pobreza y segregación urbana ya existente, pero no considerada hasta el momento de la catástrofe. Frente a este panorama el desastre aparece como oportuni- dad que precipita tres catalizadores de políticas habitacionales: tierra, asistencia técnica y financiamiento, incrementando la celeridad y la creatividad de las respuestas. Frente a esto, surge la pregunta, entonces, por qué esperar el desastre para ponerlos en marcha, cuando ninguno de ellos es estrictamente dependiente de la situación de riesgo, sino sujeto de luchas de poder.
Por otro lado incluimos el artículo del Arquitecto argentino, Sr. Víctor Saúl Pelli, titulado "La asistencia habitacional externa, en situaciones de desastre, a la vista de las condiciones latinoamericanas", en el que plantea que abordar el problema habitacional derivado de las situaciones de desastre, conviene tener presente que, en el estado actual de los países latinoamericanos, la situación permanente, fuera de las catástrofes, de la población pobre, es en sí misma una situación de emergencia grave; agregando que al colocarse en posición de ver los efectos del desastre como situaciones de «emergencia acentuada» o
«emergencia duplicada», sobre una estado de cosas que ya estaba al límite antes del desastre, es una forma de mantener la prioridad del problema de la pobreza, que es el problema de fondo, en su integridad, con todos sus protagonistas, afectados o no por el desastre.
Después tenemos el artículo del Arquitecto chileno Sr. Ricardo Tapia Zarricueta, titulado " Vivienda y emergencia ante desastres naturales producidos por sismos. Sismo de 1997 en la Comuna de Punitaqui, Chile", en el cual señala que en la resolución de la emergencia habitacional, si bien existe una coordina- ción entre las diferentes instituciones públicas, la vivienda transitoria ha sido históricamente una tipología de vivienda denominada "mediagua" por todos los sectores. Lo que permite afirmar que Chile no posee una propuesta de solución habitacional para resolver emergencias ante catástrofes naturales, siendo necesario y urgente avanzar en la búsqueda de propuestas eficientes y adecuadas a la magnitud de los daños que producen estos fenómenos naturales. Junto con desarrollar un marco de antece-
dentes conceptuales, analiza algunos procedimientos utilizados por las instituciones públicas para responder a la emergencia ante el sismo de 1997 en la comuna de Punitaqui de Chile.
Complementariamente con el artículo anterior incluimos un artículo de la Arquitecta chilena Isabel Zapata Alegría referido al "Programa de reconstrucción en la Comuna de Punitaqui – localidad de El Toro" que se ubica en la IV Región de Coquimbo, y en el que expone su experiencia vivida en este caso, a raíz de lo cual nos señala que se buscó incentivar un proceso de reconstrucción y acondicionamiento del hábitat, para lo cual se planifica una acción innovativa en materia socio habitacional, mediante un microproyecto de entornos, en el cual participan 16 familias pobres, que contaban con títulos de dominio vigente y núcleo sanitario básico. El desafío fue implementar una metodología de trabajo participativo, considerando en el diseño y planifica- ción del hábitat, aspectos culturales, necesidades laborales, apoyo al desarrollo de actividades productivas y rescate del patrimonio morfológico y espacial de las comunidades agrícolas, concibiendo un proyecto de autogestión, que buscara satisfacer necesidades integrales del habitar, que superaran el déficit material de vivienda, apostando a incrementar la calidad de vida, mediante distintos grados de adaptación al hábitat físico- espacial.
En seguida incluimos un artículo con una propuesta tecnológica de la Arquitecta argentina Srta. Rosana Gaggino, titulado "Nueva tecnología constructiva usando materiales reciclados para casos de emergen- cia habitacional", y en él presenta una nueva alternativa tecnológica para cerramientos laterales para viviendas, desarrollada en el Centro Experimental de la Vivienda Económica - CEVE, que es un Centro de investigación dependiente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de la República Argentina – CONICET.; la tecnología propuesta permite el rápido montaje de una vivienda (una o dos jornadas en seco), es económica y de simple ejecución, por lo que es especialmente apta para dar una rápida solución a familias sin techo (personas de escasos recursos o víctimas de desastres naturales). Se trata de placas ejecutadas con materiales durables y de buena aislación térmica, por lo que además de solucionar una emergencia, constituye una solución definitiva y confortable al problema habitacional. La materialidad de las placas es de residuos plásticos industriales reciclados, que reemplazan a los agregados pétreos de un hormigón común.
Al margen de la temática central del presente número hemos incluido otros dos artículos de mucho interés.
El primero es del Geógrafo inglés Sr. Alan Gilbert, titulado "Poder, ideología y el consenso de Washington: Desarrollo y expansión de la política chilena de Vivienda" en el que aprecian- do desde fuera la acción realizada en vivienda social en Chile y señalando que es bien sabido que a menudo la realidad supera la ficción. Esto ciertamente se aplica en el caso del modelo de subsidio habitacional en Chile, desarrollado por los chilenos con ayuda de la ideología neo- liberal inventada en Chicago. Las poderosas instituciones de Washington DC aparecen como actores menores en la escena chilena. Inicial- mente, Chile necesitaba el apoyo y financiamiento del Banco Mundial, pero una vez conseguidos, Chile siguió su propia agenda. El Banco de Desarrollo Interamericano y USAID no lograron mucho más. Chile era el amo y señor en su propia casa. Frente a lo cual pregunta: ¿Fue ésta una victoria para la autonomía nacional por sobre el poder del financiamiento internacional?, y continúa agregando que ciertamente no, porque el nuevo modelo que se estaba aplicando en Chile fue el precursor de mucho de lo que se estaba implementando desde Washington en los días de ajuste estructural. No obstante considera que Chile "ganó" porque aceptó las reglas del nuevo juego establecido por instituciones muchísimo más poderosas que los bancos de desarrollo multilaterales. Y termina afirmando que Washington del Desarrollo aprendió mucho de Chile y luego aplicó lo aprendido a los países más endeudados, más pequeños y menos sofisticados.
El segundo artículo se titula "Desarrollo sustentable en áreas urbanas de zonas áridas" de los arquitectos argentinos Sres. Alberto Papparelli, Alejandra Kurban y Mario Cunsulo, contando con la colaboración de Eduardo Montilla y Eliana Ríos. En él exponen resultados de trabajos de investigación relacionados con la planificación y desarrollo urbano, y su aporte a la sustentabilidad de los asentamientos humanos en áreas urbanas de zonas áridas y sísmicas. Presentan una herramienta práctica para el estudio urbano, denominada Bandas Urbanas Características (BUC), que permite caracterizar con bastante precisión la configuración y estructura espacial de un asenta- miento humano, posibilitando el estudio de la trama urbana y su evolución. Las BUC fueron determinadas en base al análisis de los índices urbanísticos más representativos de la conformación espacial de la ciudad. Estas Bandas constituyen una herramienta eficaz para el estudio de una ciudad y propuestas de un desarrollo sustentable a mediano y largo plazo, que permitan corregir anomalías y generar tendencias volumétrico-espaciales, para el logro de su desarrollo armónico y planificado en el espacio y el tiempo.
Como es habitual, queremos manifestar nuestro anhelo en el sentido que el contenido del presente número sea del interés y utilidad de nuestros lectores.

Orlando Sepúlveda Mellado
Director Boletín del Instituto de la Vivienda