doi 10.4067/S0718-83582013000100003
Indicators for the monitoring and evaluation of socio-housing management in non-metropolitan cities1
Daniela Mariana Gargantini2
2 Argentina. Arquitecta. Magíster en Hábitat y Vivienda, con especialidad en Promoción y Gestión del Desarrollo Local (España). Doctora en Arquitectura por la Universidad Nacional de Rosario (Argentina). Investigadora asistente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET-Argentina) y académica de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica de Córdoba. Miembro del equipo técnico del Centro Experimental de la Vivienda Económica.
Resumen
En América Latina los centros no metropolitanos verifican una mayor concentración de situaciones deficitarias a nivel habitacional y urbano que los que no lo son, manifestándose a la vez como los escenarios prioritarios y con mayor flexibilidad para combatirlas.
Estos aspectos han incitado a que los gobiernos locales de estas ciudades resignifiquen sus viejas funciones para lograr mayor eficacia y eficiencia en sus acciones. De esta manera, los municipios se han visto obligados a asumir, a pesar de sus limitaciones, actitudes activas orientadas al desarrollo local.
Para tal objetivo, nuevos requerimientos metodológicos e instrumentales a nivel de gestión local del hábitat son demandados, a fin de incrementar el impacto y la capacidad para actuar eficazmente frente a la problemática socio-habitacional.
El presente artículo intenta definir las principales dimensiones, variables e indicadores a considerar, a la hora de monitorear la gestión local del hábitat en ciudades no metropolitanas desde una perspectiva integral y asociativa del hábitat social. Con ello se busca brindar elementos objetivos para incrementar la capacidad institucional de los gobiernos locales ante la problemática socio-habitacional a la que deben hacer frente.
PALABRAS CLAVE: INDICADORES DE GESTIÓN; POLÍTICAS HABITACIONALES; GOBIERNOS LOCALES.
Abstract
In Latin America, non-metropolitan centers present great shortfalls at housing and urban levels than other type of cities, thus becoming the primary and more flexible spaces to tackle such difficulties.
These aspects have made the local governments of these cities to redefine their old functions in order to achieve efficacy and efficiency. In this way, municipalities have been forced to assume, despite their limitations, active development-oriented attitudes.
To this end, new methodological and instrumental tools at local housing management level are required to increase the impact and capacity to effectively address socio-housing problems.
This paper makes an attempt to define the main dimensions, variables and indicators when monitoring local housing management in non-metropolitan cities from an integral and associative perspective of social housing. The aim of this research is to provide objective elements aimed at increasing the institutional capacity of local governments when facing socio-housing problems.
KEYWORDS: INDICATORS; MANAGEMENT; HOUSING POLICIES; LOCAL GOVERNMENTS.
Introducción
Desde las últimas décadas del siglo XX las ciudades han adquirido un nuevo protagonismo, con una tendencia cada vez mayor a que sean centro de decisiones de políticas innovadoras, artífices de relaciones comerciales punto a punto sin intermediación de jurisdicciones provinciales o nacionales. Esto genera una tensión constante entre los procesos de globalización y de localización, que actúan como fuerzas influyentes en la forma que adopta el desarrollo en cada sociedad, en torno a la búsqueda de identificar proyectos de futuro en los ámbitos más cercanos3.
Frente al proceso de localización, el presente artículo propone la identificación, descripción y justificación de indicadores que faciliten el monitoreo y la evaluación de la gestión local del hábitat en ciudades no metropolitanas, desde una perspectiva integral y asociativa del hábitat social.
Este recorte temático se sustenta en la necesidad de contar con herramientas que permitan dar cuenta de las condiciones que poseen los municipios para hacerse cargo de las nuevas funciones y desafíos que plantea la problemática socio-habitacional existente, así como determinar el nivel de adecuación que sus modos de gestión poseen en relación a una concepción de vivienda que supere la mera condición física, favoreciendo estrategias integrales y que incrementen la participación y la articulación actoral, tal como los desafíos actuales plantean.
Estos desafíos parecen indicar que el ámbito local se configura como el más favorable para propiciar estrategias superadoras, y que la vivienda constituye un punto de partida viable para institucionalizar cambios en los modelos de gestión de las políticas sociales hoy vigentes (entre ellas la habitacional). Para ello, nuevos requerimientos metodológicos y operacionales innovadores a nivel de gestión local del hábitat son necesarios.
Bajo este marco, el presente artículo intenta definir y descomponer analíticamente las principales dimensiones, variables e indicadores a considerar en la elaboración de una matriz teórico-instrumental, aplicable a la realidad de los municipios de ciudades no metropolitanas, necesarios para monitorear la gestión local del hábitat y ponderar el grado de implementación local de procesos integrales y asociativos de hábitat social destinados a sectores de menores recursos. Con ello se busca brindar elementos objetivos para encauzar líneas políticas y decisiones gubernamentales en curso, o bien diseñar futuras acciones, incrementando la capacidad institucional de los gobiernos locales ante la problemática socio-habitacional a la que deben hacer frente.
Los desafíos de las ciudades no metropolitanas ante la situación socio-habitacional actual
Los análisis estadísticos provistos por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)4, manifiestan que en 2010 el 31,4% de la población de la región vive en condiciones de pobreza (177 millones de personas) y un 12,3% de la población (70 millones de personas) vive en la pobreza extrema o indigencia.
Este asunto tiende a complejizarse cuando se considera la creciente tendencia a la urbanización en América Latina y el Caribe (78% de la población es urbana)5. Estas características le otorgan un sesgo eminentemente urbano a la pobreza regional, con tendencia a acompañar el preeminente crecimiento poblacional que se prevé en el futuro para las ciudades no metropolitanas.
En materia habitacional, las privaciones en lo que respecta a la calidad de la vivienda y el acceso a ciertos servicios básicos suelen ser la cara más visible de la pobreza de los hogares. Si bien estudios efectuados en los últimos años desde una percepción más integral de la pobreza (que supera el mero análisis de carencias materiales medidas en ingresos o gastos de los hogares) han señalado que pobreza urbana y precariedad habitacional no siempre coinciden en las ciudades latinoamericanas6, de manera general no menos del 60% de los hogares que posee alguna privación habitacional o de servicios son pobres, y en algunos casos la cifra llega a ser considerablemente más alta. Y en base a datos provistos por CEPAL7 los porcentajes de incidencia de la pobreza en los hogares producto de las características de las viviendas, si bien mantienen diferencias considerables entre países, resultan elevados para la región en términos generales8.
Unido a ello se verifica una paulatina concentración de todos los tipos de precariedades analizados en los centros no metropolitanos, manifestándose como los escenarios prioritarios y con mayor flexibilidad para combatir la precariedad y la pobreza socio-habitacionales9.
“El panorama regional de los asentamientos latinoamericanos se caracteriza por la presencia de múltiples expresiones de pobreza urbana, lo cual exige modalidades diferenciadas de gestión de nuestras ciudades para reducirla”10. La fuerte tendencia a la urbanización, el paulatino crecimiento de las ciudades en los centros medianos y menores, la consolidación material de la informalidad de las metrópolis frente a la formalización de la precariedad material del resto urbano, la relevancia de la exclusión de los servicios básicos que sufren los pobres urbanos, y la inseguridad en la tenencia resultan fuertes desafíos y tareas pendientes en el diseño y ejecución de programas de combate contra la precariedad habitacional.
Junto a esta situación deficitaria y a la incapacidad que las diferentes políticas habitacionales implementadas en la región han manifestado históricamente frente a la misma, los cambios socio-económicos y políticos acontecidos en los últimos años han planteado la renovación del papel específico de las ciudades, incrementando el protagonismo de los ámbitos locales y propiciando modificaciones en sus modos de gestión.
Estos aspectos han incitado a que los gobiernos locales resignifiquen sus viejas funciones, se ocupen de nuevos temas y desarrollen nuevas tareas por sobre sus competencias habituales, a fin de lograr mayor eficacia y eficiencia en sus acciones. De esta forma, los municipios se han visto obligados a renunciar a su carácter instrumental y despolitizante, asumiendo, a pesar de sus limitaciones presupuestarias y técnicas, actitudes activas orientadas al desarrollo local a nivel económico, social, cultural y político.
En materia social, esta resignificación parece suponer el mantenimiento de ciertos rasgos de bienestarismo racionalizado, junto al paso de una planificación tecnocrática a una estratégica; de la asistencia social a la promoción social, y de la administración burocrática a una administración gerencial y por proyectos.
Paralelamente, en el campo de las políticas habitacionales, existe un amplio consenso a nivel teórico en torno a la noción de hábitat por sobre la visión mercantil o académica tradicional que concebía la vivienda como objeto o producto aislado. Esta concepción abarcativa del hábitat ha implicado el avance hacia estrategias más integrales y multidimensionales de atención a la pobreza, intentando superar las acciones sectoriales y los programas asistenciales de reducción de la pobreza, favoreciendo la integración social y urbana de los sectores de menores recursos, bajo modelos de gestión integrales y multiactorales. Sin embargo, a pesar de los cambios de contexto explicitados y del gran avance teórico-conceptual que se ha desarrollado en torno al hábitat, tanto a nivel político como técnico, la mayoría de los procesos de gestión destinados a la resolución de la problemática socio-habitacional a nivel local se desarrollan bajo modelos de gestión tradicionales y se concentran en la vivienda como producto físico, sin consideración de la estructura socio-económica, institucional y urbana en la que se insertan11.
Unido a ello, en los últimos años se evidencia una tendencia de re-centralización de acciones habitacionales en manos de los estados nacionales, quien con disponibilidad de recursos asignados, actúa a nivel municipal, sin que las propuestas terminen de ajustarse a los requerimientos locales. Son escasas las iniciativas de escala que propician desde el ámbito local estructuras de abordaje integrales, integradoras, participativas y asociativas, asumiendo las condicionantes que el contexto actual y particular de los sectores de menores recursos, impone.
Para tal fin, nuevos requerimientos metodológicos e instrumentales a nivel de gestión local del hábitat son demandados, con el propósito de incrementar el impacto y la capacidad para actuar eficazmente frente a la problemática socio-habitacional que se padece.
Los indicadores y su uso
Un indicador es una información construida con base en datos existentes sobre alguna realidad que puede ser medida cuantitativamente. Su papel es hacer evidente algún rasgo de esa realidad, como resultado de la relación entre dos o más datos, que permiten cuantificar una situación determinada12.Todo indicador muestra o indica así el estado particular de una variable, dando una visión sintética y aportando conocimiento sustantivo.
Por su parte, los indicadores de gestión miden el esfuerzo, compromiso, eficiencia, desempeño o dedicación de una organización para alcanzar metas o resolver problemas vinculados al desarrollo de sus funciones sustantivas.
Para el caso particular de intentar ponderar la gestión local del hábitat, los indicadores a seleccionar deben dar cuenta del conjunto de procesos que el gobierno local desarrolla, a fin de articular, usar, coordinar, organizar, asignar recursos que permiten producir, hacer funcionar y mantener satisfechas las necesidades socio-habitacionales de la ciudad, en este caso particular con especial énfasis en los sectores de menores recursos.
La identificación y cuantificación de las diferencias en los valores señalan, a quienes tomen decisiones en el municipio, hacia dónde deberían apuntar sus políticas para lograr sus objetivos (en este caso, avanzar hacia procesos más integrales y asociativos de hábitat social destinados a sectores de menores recursos), porque esos conocimientos resultan del uso de datos sobre la realidad de la población, del gobierno municipal, o de los programas o proyectos considerados. Debe, entonces, aceptarse que los indicadores aportan conocimiento para el desarrollo de las acciones municipales, por medio de su contribución a los momentos del diagnóstico, del monitoreo o seguimiento y de la evaluación de las políticas, lo que permitirá su revisión en caso necesario.
Los indicadores también son de gran utilidad para los tomadores de decisiones de los organismos gubernamentales de nivel federal y provincial que tienen que desarrollar políticas que de una u otra forma afectan a las realidades locales.
La elaboración de indicadores se suma, así, a la amplia tarea de ofrecer herramientas para la gestión municipal.
Sus usuarios potenciales son los ciudadanos y la población local, las organizaciones gubernamentales y los actores económicos de diferentes niveles, así como los académicos e investigadores y todo actor social que precise contar con referencias empíricas relevantes para evaluar las situaciones locales y/o elaborar propuestas con relación a ellas.
La utilidad de los indicadores de monitoreo y evaluación de la gestión del hábitat desde el ámbito local que en este artículo se describen, resulta de la evidente necesidad de que toda decisión pública pueda sustentarse en informaciones rigurosas, así como en la urgencia de avanzar hacia procesos integrales y asociativos superadores. Estos indicadores permiten tener una idea de la envergadura de los problemas y del alcance de los recursos con que se cuenta; y facilitan, también, percibir en qué medida una política aplicada produce o puede producir los efectos deseados.
Indicadores de gestión socio-habitacional
A lo largo de esta ponencia se ha sostenido que las políticas habitacionales desarrolladas en la región durante las últimas décadas han resultado insatisfactorias, y que esto se debe –al menos en gran medida– a la persistencia de modelos de gestión tradicionales que se concentran en la vivienda como producto físico y no terminan de reconocer las implicancias que supone avanzar hacia políticas integrales, donde los condicionantes políticos, el nivel de capacidad institucional instalada, el grado de integralidad e integración propuestos, y el nivel de participación y articulación actoral promovidos, resultan variables determinantes y factores condicionantes del impacto, la sustentabilidad de las acciones y la capacidad para actuar eficazmente frente a las problemáticas existentes13.
Los indicadores que aquí se muestran se apoyan en una visión integral del desarrollo, y parten de considerar la complejidad y la multidimensionalidad de las problemáticas sociales, tal como resulta la habitacional.
Conciben a la gestión urbana o de la ciudadcomo “el conjunto de procesos dirigidos a articular, usar, coordinar, organizar, asignar recursos que permiten producir, hacer funcionar y mantener la ciudad y brindar a las actividades económicas y a la población los satisfactores de sus necesidades, tanto bienes de consumo individual como colectivo”14; y al espacio local como ámbito propicio y viable para la implementación de políticas más integrales y abarcativas que contemplen no solo los componentes físicos del hábitat, sino también sociales, institucionales y de contexto.
Desde este punto de vista, “la gestión urbana vincula tres tipos de procesos que configuran la ciudad: los orientados por la búsqueda de ganancia, los comunitarios y los estatales, dándose dicha gestión en torno a la articulación entre mercado, estado y procesos de reproducción de la población. En este proceso articulador el gobierno local, al relacionarse con los diversos actores presentes, modela un proyecto de ciudad que se traduce en los lineamientos de su gestión”15. Es en torno a estos modelos de gestión de los gobiernoslocales en materia socio-habitacional que se centra el presente trabajo.
La expresión modelo de gestión, de acuerdo al marco conceptual seleccionado, define la “estructura integral de abordaje al problema que se intenta resolver: conceptual, institucional y política, con sus definiciones de actores, roles, interrelaciones, fuentes y circuitos de flujo de recursos. (...) La expresión estructurada de un modelo de gestión lo constituye el plan u operatoria, que son lineamientos estructurados como un conjunto de directivas y normas acerca de la modalidad a la que deben responder las diferentes operaciones o proyectos, concebidos como el conjunto de acciones que se llevan a cabo frente a cada caso concreto. El modelo es la guía o instructivo para el diseño de la planificación de las diferentes operaciones posibles: no especifica actores concretos, ni medidas definidas en el tiempo, ni objetivos específicos, etc., que corresponderían a un solo caso en particular, sino secuencias-tipo, actores-tipo, metas-tipo, escalas de duración, escalas de presupuesto, a los que deberían responder las operaciones o proyectos concretos, y que le aseguren que la ejecución de los mismos va a responder a los propósitos y a la concepción de la forma de actuar que se posee”16.
Desde este marco, el presente artículo explicita un conjunto de indicadores interrelacionados, comprensibles y relevantes, aplicable a la realidad de los municipios (particularmente los de ciudades no metropolitanas), que permitan monitorear la gestión local del hábitat y ponderar el grado de implementación local de procesos integrales y asociativos de hábitat social destinados a sectores de menores recursos, con el fin de brindar elementos objetivos para encauzar líneas políticas y decisiones gubernamentales en curso, o bien diseñar futuras acciones. Con ello se busca contribuir a mejorar la capacidad municipal para el manejo de esta problemática, ofreciendo herramientas operativas de gestión que permitan alertar sobre posibles problemas, corregir desviaciones, identificar tendencias y orientar los planes y decisiones, consolidando, optimizando y potenciando modos superiores a los actuales.
Cuando se hace referencia a un sistema de indicadores, dichos conceptos remiten “al de agregación o ensamble de objetos unidos por alguna forma metódica de interacción o interdependencia, sobre la base de la interconexión. Un sistema es, entonces, un conjunto de elementos que interactúan entre sí en forma metódica, y alude a una forma de vinculación entre elementos (indicadores) y a un contenido íntimamente relacionado (información estadística). La vinculación entre las partes está dada por la búsqueda de un mismo objetivo. En el caso de un sistema de indicadores municipales, ese objetivo es satisfacer la necesidad de información para el conocimiento y la gestión de los gobiernos locales”17.
Como se ha mencionado, la utilidad de los indicadores como instrumentos de conocimiento deriva de las comparaciones que pueden realizarse con ellos.
En función del recorte temático y para el universo que compete a este trabajo, el sistema de indicadores seleccionados y que aquí se describen permite que estas comparaciones puedan realizarse a partir de la carga individualizada de programas o proyectos:
Todo esto, con formato de autoevaluación interna o como insumo para auditorías externas.
La selección, descripción y justificación de indicadores de gestión socio-habitacional en ciudades no metropolitanas, se estructura a partir de dos niveles de análisis:
A su vez, a nivel de análisis de programas o proyectos habitacionales resulta necesario reconocer:
A partir de ellas y de su conceptualización, a continuación se descompone analíticamente cada dimensión envariables e indicadores.
Los mismos intentan generar puntos de comparación metodológicamente homogéneos, de relativa facilidad de construcción y comunicación, cuantificables a partir de información censal y de los datos generados y aportados por los municipios en sus registros e informes de programas y proyectos socio-habitacionales.
De la misma manera, “alertan sobre posibles problemas, identifican tendencias, facilitan la comunicación entre los actores político-sociales (…), y orientan los planes y decisiones hacia mejores prácticas de gestión pública (en materia socio-habitacional)”19. Sus atributos y categorías analíticas pueden así ser utilizados tanto para examinar políticas, o bien transformarse en principios normativos para diseñar políticas consistentes con este nuevo enfoque de gestión local de lo socio-habitacional.
Tabla 1: Sistema de indicadores de gestión socio-habitacional local.
Dimensiones de proceso |
Variables |
Indicadores |
Estructura conceptual de abordaje del problema |
Objetivos y metas |
|
Desarrollo temporal |
Etapas |
|
Integralidad de las acciones |
Necesidades satisfechas |
|
Objetivos y metas |
|
|
Proyectos complementarios |
|
|
Capacidad de gestión integral instalada en el municipio |
|
|
Participación y articulación de actores |
Actores involucrados |
|
Participación y articulación de actores |
Espacios de articulación |
|
Capacidad institucional instalada |
Técnica |
|
Administrativa |
|
|
De evaluación |
|
|
Condicionamiento político |
Correlación y coherencia con los lineamientos político- programáticos |
|
Marco normativo- organizacional |
|
Fuente: elaboración propia, 2011.
Tabla 2: Sistema de indicadores de gestión socio-habitacional local.
Dimensiones de resultado |
Variables |
Indicadores |
Nivel socio-económico de los beneficiarios del proyecto |
Ubicación inicial |
|
Nivel educacional |
|
|
Nivel económico |
|
|
Situación laboral |
|
|
Situación habitacional |
|
|
Implantación territorial |
Escala de intervención |
|
Tipo de radicación |
|
|
Oferta y modalidad productiva |
Tipo de producto |
|
Modalidad productiva |
|
|
Participación de familias |
|
Fuente: elaboración propia, 2011.
Descripción analítica y operacionalización de cada dimensión en variables e indicadores
Caracterización inicial del municipio:
Cada municipio requiere realizar inicialmente y de acuerdo al período temporal considerado, una caracterización inicial, conformada por datos e información disponible a partir de fuentes oficiales. Esta caracterización inicial permanecerá estable para los diferentes programas o proyectos socio-habitacionales que se analicen para un mismo municipio, en un mismo período considerado.
Su inclusión resulta de alta relevancia dado que dicha caracterización constituye la base de análisis contextual del municipio, ya que permite establecer con claridad los atributos que lo identifican e individualizan. A partir de ellos, es posible evaluar el grado de adecuación de las líneas políticas vigentes o por desarrollar, y especificar recomendaciones que podrían o deberían ser tenidas en cuenta a nivel de programas o proyectos, advirtiendo aciertos u omisiones.
Los ítems seleccionados para definir la caracterización inicial del municipio son los siguientes:
Luego de la caracterización municipal necesaria como marco contextual de referencia del monitoreo o evaluación, el conjunto de indicadores a especificar por cada programa o proyecto socio-habitacional que se analice se explicitan a partir de variables vinculadas a dimensiones de proceso y dimensiones de resultados del programa o proyecto en cuestión.
Dimensiones, variables e indicadores de proceso
Estas dimensiones, variables e indicadores permiten dar cuenta del proceso general de gestión. Su inclusión y consideración responde a que “las claves del modelo deben encontrarse no solo en los rasgos de las soluciones que debe producir, adecuadas a los requerimientos y prioridades funcionales y a los hábitos cotidianos de quienes van a hacer uso de esas soluciones, sino también en los modos de gestión y de operación y en las estructuras organizativas e institucionales impresas en el modelo (…) de tal forma que la gestión misma de la solución habitacional sea experimentada como un cambio de reglas de juego, como un proceso de transición formativa y restauradora hacia una condición de integración favorable, no solo física, sino también social (e institucional) transformadora dentro de la estructura de la ciudad moderna”26.
Entre las seleccionadas como constitutivas del sistema de indicadores de gestión propuesto se encuentran:
Programas o proyectos que avancen hacia una gestión integral y multiactoral conllevan tiempos no estrictamente condicionados a los plazos de obra física, sino que suponen plazos sujetos a los procesos socio-políticos.
En base a esta conceptualización, la variable e indicadores seleccionados como relevantes, resulta el tipo de etapas verificadas, bajo la caracterización explicitada.
Dimensiones, variables e indicadores de resultados
Los enfoques a los cuales se adhiere y los procesos que éstos ponen en marcha, condicionan las acciones y resultados que inspirados en dichos enfoques y procesos pueden alcanzarse. Por tal motivo, estas dimensiones, variables e indicadores intentan dar cuenta de los resultados alcanzados tras los procesos promovidos.
Estas dimensiones, variables e indicadores propuestos y desarrollados no agotan, por supuesto, las posibilidades de análisis y nuevas proposiciones locales complementarias.
Instrumentos y fuentes de información exigidos
A fin de recoger los datos necesarios, se propone un único instrumento de recolección de los datos solicitados por el índice en los respectivos indicadores que lo componen, a fin de facilitar su carga ganando operatividad. Sus fuentes de información y recolección son las que a continuación se detallan:
Para caracterización del municipio en cuestión:
- Censo Nacional de Población y Vivienda.
- Registros locales de áreas especificadas.
- Registros regionales de ítems especificados.
- Encuesta poblacional ad-hoc.
Para programas o proyectos desarrollados o en curso:
- Informes de los programas o proyectos desarrollados o en curso.
- Publicaciones y registros escritos o audiovisuales específicos que permitan la reconstrucción de los procesos.
- Registro de ordenanzas, decretos o designaciones oficiales.
- Registro de inscritos o familias beneficiarias.
- En caso de ser necesario, por no contar con los datos requeridos, se sugiere recurrir a entrevistas semiestructuradas y cuestionarios a técnicos, funcionarios y actores locales involucrados en los procesos analizados.
Para programas o proyectos a desarrollar:
- Presentación oficial del programa o proyecto.
- Registro de inscritos o familias beneficiarias.
- En caso de ser necesario, por no contar con los datos requeridos, se sugiere recurrir a entrevistas semiestructuradas y cuestionarios a técnicos, funcionarios y actores locales involucrados en el diseño de los programas o proyectos en cuestión, exigiendo que dichas especificaciones queden asentadas en la presentación oficial de los mismos.
Método de evaluación
El método de evaluación propuesto consiste en ponderar las dimensiones, variables e indicadores, asignando valores entre 1 y 10, de manera discreta, ubicando en los extremos los atributos que reflejan la total adecuación y coherencia con los modelos descritos (modelo tradicional y modelo integral y multiactoral). Los valores intermedios reflejan los atributos híbridos presentes en los procesos evaluados.
En los casos en que la asociación de atributos muestra una gradualidad creciente hacia un modelo específico, se utiliza una escala incremental lineal por intervalos (ecuación de una recta) para expresar numéricamente dicha tendencia.
Para los indicadores donde se debe reflejar la tendencia de las características de un grupo determinado (como grupos técnicos involucrados), se ponderan los factores especificados por valores relativos previamente definidos.
Dado que el alcance de esta ponencia solo se limita a la identificación, descripción y justificación de indicadores integrados que faciliten el monitoreo y la evaluación de la gestión local del hábitat en ciudades no metropolitanas desde una perspectiva integral y asociativa del hábitat social, no se desarrollan aquí en detalle los parámetros de ponderación para cada una de las dimensiones, variables e indicadores específicos.
Un posterior trabajo permitiría exponer dicha metodología, complementando el desarrollo de los indicadores aquí expuestos. Sin embargo, a modo de ejemplo, se operacionalizan y detallan a continuación las formas de medición de las dimensiones “Integralidad de las acciones” y “Participación y articulación de actores”.
Tabla 3: Operacionalización de la dimensión “Integralidad de las acciones”.
Dimensión 3: Integralidad de las acciones.
Variable 3.1: Necesidades satisfechas.
Indicador 3.1.a: Necesidades humanas que se intentan satisfacer con el programa/proyecto.
Categoría de análisis |
Situaciones posibles |
||
Protección/ Habitabilidad |
ítem seleccionado |
ítem seleccionado |
|
Subsistencia |
Sin ninguna selección en este grupo |
1 o más ítems seleccionados de este grupo |
|
Afecto |
|||
Entendimiento |
|||
Participación |
|||
Ocio |
|||
Creación |
|||
Identidad |
|||
Libertad |
|||
Valoraciones |
1 |
5 a 10(1) |
|
Variable 3.2 y 3.3: Objetivos y metas/proyectos complementarios. | |||
Categoría de análisis |
Situaciones posibles |
||
Objetivos/ Metas/ Proyectos urbanos |
Sin ninguna selección en este grupo |
ítem seleccionado |
ítem seleccionado |
Objetivos/ Metas/ Proyectos sociales-comunitarios |
Sin ninguna selección en este grupo |
1 o más ítems seleccionados de este grupo |
|
Objetivos/ Metas/ Proyectos legales |
|||
Objetivos/ Metas/ Proyectos educativos-culturales |
|||
Objetivos/ Metas/ Proyectos sanitarios |
|||
Objetivos/ Metas/ Proyectos productivos-laborales |
|||
Otros |
|||
Valoraciones |
1 |
1 |
5 a 10(1) |
Variable 3.4: Capacidad de gestión integral instalada en el municipio. | |||
Categoría de análisis |
Situaciones posibles |
||
Planeamiento o desarrollo urbano |
ítem seleccionado o no |
ítem seleccionado o no |
|
Edificaciones privadas |
ítem seleccionado o no |
ítem seleccionado o no |
|
Obras y servicios públicos |
ítem seleccionado o no |
ítem seleccionado o no |
|
Promoción o desarrollo social |
ítem no seleccionado |
1 o más ítems seleccionados de este grupo (se ponderan el doble) |
|
Desarrollo económico, producción o empleo |
ítem no seleccionado |
||
Área legal o fiscalía municipal |
ítem no seleccionado |
||
Área administrativo-contable |
ítem seleccionado o no |
ítem seleccionado o no |
|
Compras y suministros |
ítem seleccionado o no |
ítem seleccionado o no |
|
Catastro municipal |
ítem seleccionado o no |
1 o más ítems seleccionados de este grupo |
|
Prensa y protocolo |
ítem seleccionado o no |
||
Otras |
ítem seleccionado o no |
||
Valoraciones |
1 |
5 a 10(1) |
|
Indicador 3.4.b: Formalización de la articulación entre áreas y de procedimientos. | |||
Categoría de análisis |
Situaciones posibles |
||
Funcionamiento formalizado por designación oficial (ordenanza, decreto, etc.) |
ítem no seleccionado |
ítem seleccionado |
|
Funcionamiento no formalizado o de hecho |
ítem seleccionado |
ítem no seleccionado |
|
Valoraciones |
1 |
10 |
|
Indicador 3.4.c: Disciplinas involucradas durante el proceso | |||
Categoría de análisis |
Situaciones posibles |
||
Ciencias de la ingeniería y de materiales (Arquitectura, Ingenierías, Construcciones) |
ítem seleccionado |
ítem seleccionado |
|
Ciencias agrarias (Agronomía, Veterinaria) |
ítem no seleccionado |
1 o más ítems seleccionados de este grupo |
|
Ciencias biológicas o de la salud (Ciencias Médicas, Biología, Bioquímica) |
ítem no seleccionado |
||
Ciencias exactas y naturales (Química, Física, Matemática, Ciencias de la tierra, del agua y de la atmósfera) |
ítem no seleccionado |
||
Ciencias sociales y humanidades (Derecho, Ciencias Políticas, Psicología, Educación, Sociología, Trabajo social y Demografía) |
ítem no seleccionado |
||
Informática, computación y tecnología |
ítem no seleccionado |
||
Ciencias económicas y de la administración (Economía, Contabilidad, Ciencias de la gestión y de la Administración pública) |
ítem seleccionado |
ítem seleccionado |
|
Valoraciones |
1 |
5 a 10(1) |
Fuente: elaboración propia, 2011.
Variable 3.1: Necesidades satisfechas
Indicador 3.1.a: Necesidades humanas que se intentan satisfacer con el programa o proyecto
Para este caso, la escala del intervalo de 5 a 10 corresponde a la recta de distribución siguiente:
Si hay en total 1 ítem seleccionado (x1), el valor correspondiente es 5 (y1).
Si hay en total 8 ítems seleccionados (x2), el valor correspondiente es 10 (y2).
Los valores intermedios responden a la ecuación de la recta siguiente:
Valoración (y)=5/8. N° de ítems seleccionados (x)+5.
Método de ponderación: Matriz de asignación por atributos, de escala combinada (escala discreta (1) y escala de regresión lineal en intervalo de 5 a 10).
Variable 3.2 y 3.3: Objetivos y metas/ proyectos complementarios
Indicadores 3.2.a, 3.2.b y 3.3.a: Existencia de otros objetivos / metas / proyectos complementarios al habitacional.
Para este caso, la escala del intervalo de 5 a 10 corresponde a la recta de distribución siguiente:
Si hay en total 1 ítem seleccionado (x1), el valor correspondiente es 5 (y1).
Si hay en total 6 ítems seleccionados (x2), el valor correspondiente es 10 (y2).
Los valores intermedios responden a la ecuación de la recta siguiente:
Valoración (y) = N° de ítems seleccionados (x) + 4.
Método de ponderación: Matriz de asignación por atributos, de escala combinada (escala discreta (1) y escala de regresión lineal en intervalo de 5 a 10).
Variable 3.4: Capacidad de gestión integral instalada en el municipio
Indicador 3.4.a: Áreas o reparticiones vinculadas o afectadas
Para este caso, la escala del intervalo de 5 a 10 corresponde a la recta de distribución siguiente:
Si hay en total 1 ítem seleccionado (x1), el valor correspondiente es 5 (y1).
Si hay en total 9 ítems seleccionados (x2), el valor correspondiente es 10 (y2).
Los valores intermedios responden a la ecuación de la recta siguiente:
Valoración (y)=5/8 (N° de ítems seleccionados (x)-1)+5.
Método de ponderación: Matriz de asignación por atributos, de escala combinada (escala discreta (1) y escala de regresión lineal en intervalo de 5 a 10).
Indicador 3.4.b: Formalización de la articulación entre áreas y de procedimientos
Para este caso, el método de ponderación ha sido el siguiente:
Matriz de asignación por atributos, de escala discreta (1 y 10).
Indicador 3.4.c: Disciplinas involucradas durante el proceso
Para este indicador, la escala del intervalo de 5 a 10 corresponde a la recta de distribución siguiente:
Si hay en total 1 ítem seleccionado (x1), el valor correspondiente es 5 (y1).
Si hay en total 5 ítems seleccionados (x2), el valor correspondiente es 10 (y2).
Los valores intermedios responden a la ecuación de la recta siguiente:
Valoración (y) = 5/4 (N° de ítems seleccionados (x)-1) + 5.
Método de ponderación: Matriz de asignación por atributos, de escala combinada (escala discreta (1) y escala de regresión lineal en intervalo de 5 a 10).
Tabla 4: Operacionalización de la dimensión “Participación y articulación de actores”.
Dimensión 4: Participación y articulación de actores.
Variable 4.1: Actores involucrados.
Indicador 4.1.a: Actores sociales involucrados en el programa o proyecto.
Categoría de análisis |
Situaciones posibles |
||||
Planeamiento o desarrollo urbano |
Sin ninguna selección en este grupo |
1 o más ítems seleccionados de este grupo |
1 o más ítems seleccionados de este grupo |
1 o más ítems seleccionados de este grupo |
|
Edificaciones privadas |
|||||
Obras y servicios públicos |
|||||
Promoción o desarrollo social |
|||||
Desarrollo económico, producción o empleo |
|||||
Área legal o Fiscalía municipal |
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Área administrativo-contable |
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Compras y suministros |
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Catastro municipal |
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Prensa y protocolo |
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Otras |
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Organismos gubernam. internacionales |
1 o más ítems seleccionados de este grupo |
Sin ninguna selección en este grupo |
1 o más ítems seleccionados de este grupo |
1 o más ítems seleccionados de este grupo |
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Organismos gubernamentales nacionales |
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Organismos gubernamentales provinciales |
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Organismos gubernam. de otros municipios |
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Empresas locales, provinciales o nacionales |
1 o más ítems seleccionados de este grupo |
1 o más ítems seleccionados de este grupo |
Sin ninguna selección en este grupo |
1 o más ítems seleccionados de este grupo |
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Asociaciones, grupos y/u organizaciones no gubernamentales o comunitarias |
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Valoraciones |
1 |
1 |
1 |
5 a 10(1) |
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Variable 4.2: Espacios de articulación. | |||||
Categoría de análisis |
Situaciones posibles |
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De demanda o clientelar (soluciones provistas por entidades de nivel superior, sin articulación de recursos existentes de los actores intervinientes) |
ítem seleccionado |
ítem no seleccionado |
ítem seleccionado |
ítem no seleccionado |
ítem no seleccionado |
De subordinación (aceptación sin objeciones ni pedidos de adaptaciones a las soluciones que entidades de nivel superior derivan a ámbitos inferiores) |
ítem no seleccionado |
ítem seleccionado |
ítem no seleccionado |
ítem no seleccionado |
ítem no seleccionado |
De negociación (si bien existen articulaciones, se identifican actor/actores que definen decisiones y acciones, sobre las que luego se negocia) |
ítem no seleccionado |
ítem no seleccionado |
ítem no seleccionado |
ítem seleccionado |
ítem no seleccionado |
De complementariedad (los diferentes actores planean y articulan acciones y recursos, participando activamente en las decisiones) |
ítem no seleccionado |
ítem no seleccionado |
ítem seleccionado |
ítem no seleccionado |
ítem seleccionado |
Indicadores 4.2.b y 4.2.c: | |||||
Categoría de análisis |
Situaciones posibles |
||||
Sí |
ítem no seleccionado |
ítem seleccionado |
ítem seleccionado |
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No |
ítem seleccionado |
ítem no seleccionado |
ítem no seleccionado |
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Formal (con convenio u ordenanza) |
ítem seleccionado o no |
ítem no seleccionado |
ítem seleccionado |
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Informal o de hecho (sin convenio u ordenanza) |
ítem seleccionado o no |
ítem seleccionado |
ítem no seleccionado |
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Valoraciones |
1 |
7,5 |
10 |
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Indicador 4.2.d: Participación de familias beneficiarias en las etapas del programa o proyecto. | |||||
Categoría de análisis |
Situaciones posibles |
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En ninguna |
Ítem seleccionado |
Ítem no seleccionado |
Ítem no seleccionado |
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En etapa decisional y de asignación de recursos |
Ítem no seleccionado |
Ítem no seleccionado |
1 o más ítems seleccionados de este grupo |
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En etapa motivacional, capacitación y transfer. |
Ítem no seleccionado |
Ítem no seleccionado |
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En etapa de diseño, planificación y programación |
Ítem no seleccionado |
Ítem no seleccionado |
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En etapa diagnóstica |
Ítem no seleccionado |
Ítem no seleccionado |
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En etapa de concreción y ejecución |
Ítem no seleccionado |
Alguno de estos ítems seleccionados |
Alguno de estos ítems seleccionados |
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En instancias de recupero |
Ítem no seleccionado |
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En etapa de evaluación y retroalimentación |
Ítem no seleccionado |
Ítem no seleccionado |
1 o más ítems seleccionados de este grupo |
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En etapa de post-ocupación o pos-proyecto |
Ítem no seleccionado |
Ítem no seleccionado |
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Valoraciones |
1 |
1 |
5 a 10(1) |
Fuente: elaboración propia, 2011.
Variable 4.1: Actores involucrados
Indicador 4.1.a: Actores sociales involucrados en el programa o proyecto
En este caso, la escala para el intervalo de 5 a 10 corresponde a la recta de distribución siguiente, teniendo en cuenta que al menos 3 ítems se han seleccionado para pertenecer a esta categoría:
Si hay en total 1 ítem seleccionado (x1), el valor correspondiente es 5 (y1).
Si hay en total 17 ítems seleccionados (x2), el valor correspondiente es 10 (y2).
Los valores intermedios responden a la ecuación de la recta siguiente:
Valoración (y) = 5/14 (N° de ítems seleccionados (x)-3) + 5
Método de ponderación: Matriz de asignación por atributos, de escala combinada (escala discreta (1) y escala de regresión lineal en intervalo de 5 a 10).
Variable 4.2: Espacios de articulación
Indicador 4.2.a: Tipo de articulación entre los actores sociales
Para este caso, el método de ponderación es el siguiente:
Matriz de asignación por atributos, de escala discreta (1, 7 y 10).
Indicadores 4.2.b y 4.2.c:
Espacios de involucramiento y asociación generados / capitalizados / reforzados y grado de institucionalización del/los espacios de involucramiento y articulación actoral
Indicador 4.4.d: Participación de las familias beneficiarias en las diferentes etapas del programa o proyecto
Para estos indicadores, la escala del intervalo de 5 a 10 corresponde a la recta de distribución siguiente:
Si hay en total 1 ítem seleccionado del grupo (x1), el valor correspondiente es 5 (y1).
Si hay en total 6 ítems seleccionados del grupo (x2), el valor correspondiente es 10 (y2).
Los valores intermedios responden a la ecuación de la recta siguiente:
Valoración (y) = N° de ítems seleccionados (x) + 4.
Método de ponderación: Matriz de asignación por atributos, de escala combinada (escala discreta (1) y escala de regresión lineal en intervalo 5 a 10).
Conclusión
Este trabajo persigue como objetivos la identificación, caracterización y justificación de indicadores interrelacionados de gestión socio-habitacional que, apoyado en una visión integral y multiactoral, permitieran ponderar el grado de implementación local de procesos integrales y asociativos de hábitat social destinados a los sectores de menores recursos. Para ello, no solo se caracterizó la situación socio-habitacional regional como marco contextual de la investigación, sino que, además, se definió el rol que le compete a los gobiernos locales de ciudades no metropolitanas frente a las nuevas tendencias y desafíos planteados.
Se proponía favorecer la consolidación, optimización y/o modificación gradual de los modelos de gestión vigentes, a fin de contribuir con el mejoramiento de la capacidad municipal frente al problema socio-habitacional que padecen. Toda estrategia de modificación de los criterios y modos de actuación de un determinado actor social frente a una determinada problemática, presenta diferentes fisonomías según el lugar o base operativa desde donde se proponga realizar el cambio.
De esta manera y concibiendo al gobierno local como actor protagónico en esta tarea, el estimular el paso de un modelo de gestión tradicional como el predominante, hacia uno de gestión integral y multiactoral superador en términos socio-habitacionales, supone capitalizar las incipientes incorporaciones que se detectan en algunos casos modélicos, y significa para los propios municipios impulsar no solo una actividad técnica, sino un proceso político. Proceso en el que los conflictos o trabas existentes no son obstáculos infranqueables sino que a través de la acción dialogal, de la discusión y del debate, de la negociación y de la transacción, de los pactos y de las coaliciones, se introduce una cierta “gimnasia de articulación” dentro de los procesos de gestión tradicionales, garantizando la canalización positiva de dichos conflictos e intereses en la consecución de soluciones posibles y alternativas de lo socio-habitacional.
Desde este marco conceptual, ideológico y metodológico, se ha desarrollado este trabajo de investigación, y el sistema de indicadores propuesto resulta un instrumento útil y adecuado para la gestión socio-habitacional. Permite, con alto nivel de adecuación y certeza, desde una visión integral y multiactoral, ponderar el grado de implementación local de procesos integrales y asociativos de hábitat social destinados a los sectores de menores recursos, a diferentes niveles y escalas de análisis.
A través de dicho sistema, la gestión del hábitat hace explícita referencia a la consideración de la vivienda como proceso social y a lo local, es decir, al territorio y al contexto (físico, social e institucional) donde se consuma el hecho, como factores claves. Por otra parte, considera de lleno la permanente dicotomía entre política y técnica en la gestión pública. Se superan así enfoques meramente físicos y se postula la consideración de variables usualmente excluidas o marginadas en estudios habitacionales, como las conceptuales, las políticas y las institucionales, las cuales poseen alto valor de condicionamiento e incidencia en los escenarios existentes y resultados alcanzados.
Estos factores resultan determinantes a la hora de pensar estrategias superadoras de las vigentes, ya que los procesos socio-espaciales relacionados con el acceso a la ciudad y las formas de producción del hábitat –particularmente las de los sectores de menores ingresos– son esencialmente locales.
De la misma manera, facilita la detección de pautas o puntos de entrada viables que ponen en evidencia la cotidiana oportunidad de encontrar las hendijas de flexibilización que las políticas vigentes y el modelo de gestión tradicional permiten, en pos de avanzar hacia modelos más eficaces de gestión socio-habitacional desde los ámbitos locales de escala intermedia, aunque extensibles a otros ámbitos geográficos de gobierno.
Los mismos constituyen una estrategia a analizar y fortalecer, como potencial vía de reconversión paulatina de los paradigmas que rigen las vigentes políticas sociales (entre ellas la habitacional) en el actual contexto, ya que el desarrollo socio-habitacional local no es algo exógeno al territorio, donde políticas de gobiernos centrales e influjos externos resultan determinantes sino que, bajo parámetros integrales y participativos, es posible que sea generado y construido a partir de capacidades relacionales de los diferentes actores personales e institucionales, desde una proximidad no solo geográfica, sino fundamentalmente ideológica, organizativa e institucional.
También se resalta el énfasis que los procesos poseen sobre los productos, ya que los tipos de productos a nivel socio-habitacional no constituyen condicionantes claves del tipo de gestión e impactos generados, sino las modalidades en que éstos se ejecutan y desarrollan.
Esto refuerza aún más la hipótesis sostenida en el mismo sentido, al afirmar que “el territorio es un sujeto y el desarrollo (socio-habitacional) un proceso de construcción política. Lo local representa su punto de encuentro, el ámbito donde los agentes territoriales adquieren capacidad de fijar el rumbo, de ‘construir’ desarrollo. Es, por tanto, un proceso territorializado de maduración social (aprendizaje colectivo para el cambio cultural) y construcción política que se despliega en múltiples dimensiones”38.
De esta forma, los ámbitos locales y la vivienda concebida integralmente constituyen claras oportunidades para la innovación política; para experimentar nuevos abordajes, nuevas formas de participación y nuevas relaciones entre el estado y los ciudadanos. Y resultan espacios favorables para provocar e institucionalizar cambios en los modelos de gestión de las políticas sociales vigentes.
Fortalecerlos conceptual e instrumentalmente resulta una tarea y un desafío inminente. Tarea en la que este trabajo ha intentado contribuir con sus aportes.
Notas
1 El presente artículo se estructura en base al aporte de las reflexiones y resultados obtenidos en tesis de posgrado del autor (Gargantini, 2005 y 2010).
3 García Delgado, 1997.
4 Naciones Unidas. 2012.
5 United Nations, 2002.
6 Mac Donald, 2004.
7 Naciones Unidas, 2005.
8 “Si bien se han intentado incluir parámetros más complejos (como la localización riesgosa de las viviendas y el escaso reconocimiento en las políticas públicas), los aspectos para caracterizar la precariedad del hábitat urbano latinoamericano son cuatro condiciones deficitarias básicas: condición de tenencia de la vivienda, acceso al agua segura, acceso al saneamiento y calidad de la vivienda” (Mac Donald, 2004).
9 Mac Donald, 2004.
10 Ibíd.
11 Gargantini, 2005.
12 Pírez, 2000.
13 Para más detalles sobre estos condicionantes, ver Gargantini, 2005 y 2010.
14 Herzer y Pírez, 1999.
15 Herzer, 1999.
16 Pelli, 2000.
17 Subsecretaría de Asuntos Municipales, 2000.
18 Gargantini, 2005 y 2010.
19 Arnoletto et al, 2004.
20 Ibíd.
21 Grootaert et al, 2003.
22 Arnoletto et al, 2004.
23 Ibíd.
24 Ibíd.
25 Ibíd.
26 Pelli, 1994.
27 Cortés, 1995.
28 Gómez, 1995.
29 Cortés, 1995.
30 Ramírez, 2002.
31 UN-HABITAT, 1996.
32 Según Max Neef, existen muchas maneras de clasificar necesidades. La interrelación entre necesidades, satisfactores y bienes económicos es permanente y dinámica, y a través de ella se convierten en determinantes de los estilos de desarrollo.
33 Romero y Mesías, 1999.
34 Aguilar Villanueva, 2006.
35 Rodríguez et al, 2001.
36 Oszlak y Orellana, 1993.
37 Tobelem, 1992.
38 Ibíd.
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Fecha de recepción: 09.03.12
Fecha de aceptación: 31.01.13