doi 10.4067/S0718-83582015000300001

 

Los intelectuales y el poder en la producción del hábitat residencial de interés social

 

Lisandro Silva Arriola1

1 Chile, Arquitecto, Magíster en Urbanismo. Profesor asociado Universidad Viña del Mar.


La vivienda y su entorno, constituyen uno de los mecanismos principales de reproducción de desigualdades y segregación socioespacial en un modelo de desarrollo de mercado y desregulado como el de nuestro país. Dentro de las dinámicas socioeconómicas que están en la base del comportamiento y desempeño de la economía en la ciudad, el espacio habitacional, es un mecanismo que determina la distribución de la renta urbana. También, la reproducción de la fuerza de trabajo, mecanismo por el cual se ejerce o no la libertad y acceso a los intercambios de servicios y bienes urbanos que la renta de los hogares permite para la vida y el bienestar de las personas y grupos humanos en la ciudad.

En la doble circularidad, de participación en la renta urbana y acceso a bienes y servicios urbanos, se sitúa la gran relevancia y responsabilidad de las políticas públicas de vivienda y urbanismo en nuestro país y en el resto de Latinoamérica que ha seguido la huella del modelo de desarrollo de mercado y privatización de servicios públicos y urbanos. Dentro de la perspectiva de casi medio siglode aplicación de políticas públicas de vivienda y urbanismo dentro del modelo de mercado y privatizador, estamos asistiendo a lo que el ideólogo del liberalismo Frederich Hayek llamó "camino de servidumbre", pero no del poder del Estado, sino delpoder privado.

Desde la economía política, las estructuras profundas de las desigualdades radican en la gran preponderancia y poder que ha logrado el capital (inversión y patrimonio privados) a nivel macroeconómico, verificado en la supremacía de la tasa de rendimiento del capital por sobre la tasa de crecimiento de la producción y del ingreso. Es una situación que marcó el siglo XIX y que amenaza volver a producirse en el siglo XXI, como una involución del proceso de desarrollo y equidad en nuestras sociedades occidentales. En esta situación, frente a políticas públicas pasivas,"el capitalismo produce mecánicamente desigualdades insostenibles, arbitrarias, que cuestionan de manera radical los valores meritocráticos en los que se fundamentan nuestras sociedades democráticas", tesis que plantea Thomas Piketty en su obra "El Capital en el siglo XXI".

Esta denominada "ley básica del capitalismo", afecta el diseño de políticas públicas efectivas, y caracteriza a nivel macroeconómico, la situación de "países emergentes" como los nuestros, en los cuales el rendimiento o rentabilidad del capital suele estar muy por encima de la tasa de crecimiento de la economía. Ello genera fuerzas polarizantes y divergentes de concentración de la riqueza, de la pobreza e incremento de la inequidad, situación que pone en tela de juicio la efectividad de las políticas públicas sectoriales y sociales de los gobiernos para influir en estas fuerzas y contrarrestar sus efectos negativos. La tesis de Piketty, plantea que el factor explicativo del éxito de los países que han logrado el camino del desarrollo sin aumentar brechas de desigualdad, corresponde a la "buena calidad de las políticas públicas".

En este contexto "macro" se despliega la producción del hábitat residencialy explica el origen de los problemas de segregación socio-espacial de nuestros barrios y ciudades, en contextos de políticas públicas inoperantes y con una racionalidad al menos objetable, funcionales a variables y equilibrios sólo macroeconómicos. Desde aquí surge la pregunta foucaultiana de emplazamiento a los intelectuales, sobre las relaciones entre poder y saber que permiten la permanencia y profundización de este estado de cosas por casi medio siglo. La evidencia investigativa si bien muestra y denuncia la inequidad que se plasma en segregación socio-espacial creciente en nuestras ciudades, no ha influido suficientemente en el sector público, sus mecanismos o estrategias de poder, para revertir estos efectos adversos de las políticas de vivienda y urbanismo de los últimos 42 años, tras la imposición por la fuerza del modelo de mercado basado en la iniciativa privada como motor del desarrollo en nuestros países.

De esta manera, el "arte de gobernar" en temas de hábitat residencial, patrimonio, empleo, etc., asumiría la modalidad específica y restringida de "arte de ejercer el poder en la forma de la economía". La racionalidad macroeconómica, sería la práctica o "arte de gobernar" (en el decir de M. Foucault), como paradigma que cruza la gestión pública actual, desde la perspectiva de cómo se imbrican los sistemas de pensamiento, el conocimiento y las redes institucionalizadas del poder.

La producción del hábitat residencial, se enmarca en la tesis lefebvriana del espacio como producto social, en cuanto producto y soporte de la sociedad urbana. Ello, hace referencia a un conjunto de relaciones económicas y sociales, de las fuerzas productivas, división del trabajo y de las prácticas sociales compartidas en el mundo de la vida cotidiana y como decíamos anteriormente, principal mecanismo de imbricación entre saberes y poder, en la producción de políticas públicas de desarrollo.

En este trance, entre modelo de desarrollo, producción de saberes y efectos de segregación e inequidad en la producción del hábitat residencial de interés social, se sitúa la observación más detallada de las relaciones entre los intelectuales y el poder, la teoría y la práctica, el Estado y las prácticas sociales. En cuanto adopción de perspectivas que permitan establecer preguntas de investigación y marcos de referencia depositarios de hipótesis de trabajo que aporten elementos de mayor efectividad para el diseño de políticas y proyectos relacionados con el hábitat residencial de interés social con fines de equidad e inclusión social. Quizás subsiste un cierto vértigo de aproximarse al borde del paradigma ideológico imperante, que acerca a las investigaciones a preguntas y planteamientos de problemas en la frontera de ese paradigma y de los influjos entre saberes y poder: ¿Es posible establecer un modelo de mercado sin capitalismo?

Estamos viviendo un nuevo modo de plantear las relaciones entre teoría y práctica, dentro además de un contexto general del pensamiento actual que abandona los discursos totalizadores, y la existencia de una sola razón universal. Asistimos a una condición de "multiplicidades": en los discursos y de una razón situada o contextualizada, que supera la concepción tradicional de primacía de la teoría sobre la práctica (la práctica como una aplicación de la teoría). La práctica es una conexión entre distintos puntos teóricos, y la teoría es el engarce de una práctica con otra. Según Deleuze, los intelectuales teóricos han dejado de tener representatividad como sujetos o conciencia, a la vez que los que luchan o actúan han dejado de ser representados, por un partido, un sindicato, u otra organización de representación tradicional. Según dicho autor, "no existe ya la representación, no hay más que acción, acción de teoría, acción de práctica en relaciones de conexión o redes". Esto explica que nuestras sociedades, si bien son socialmente estratificadas, se constituyen a través de "redes sociales" (comunidades virtuales), y se organizan en "movimientos sociales" con fines muy concretos y específicos. No son estructuras de acción política seguidores de una ética pública, utopía o aspiración a una sociedad mejor. Las masas no tienen la necesidad del saber de los intelectuales -dice Foucault-, desarrollan sus propios saberes, catalizados por el poder panóptico de los medios de comunicación masiva, sistema de poder en el cual participan también, un sector importante de los propios intelectuales.

El trabajo investigativo y de difusión científica del INVI, busca el desarrollo de prácticas teóricas que no pretenden dar respuestas totalizadoras. Ellas explican verdades locales y razones situadas (la teoría se multiplica y multiplica), al contrario del poder (en una colusión pública y privada) que opera con razones totalizadoras que lo lleva a desconectarse de las realidades que desea cambiar. En esta divergencia entre saber y poder, la noción o palabra más nombrada actualmente en nuestro país "reforma", aparece como sin contenidos y con cierta hipocresía según Deleuze. Por un lado, "la reforma la elaboran personas que se pretenden representativas, personas que son profesionales del hablar por los otros, en su nombre y que representan sólo una redistribución del poder que va acompañada de una represión creciente". Por otro lado, es una reforma demandada, reclamada o exigida por los movimientos sociales a quienes interesa. Situación en dónde deja de ser una reforma y "es una acción revolucionaria", que desde la situación específica, la coloca en conflicto con la totalidad del poder y su jerarquía.

Esta es la base de lo conflictiva que es la implementación de cualquier reforma en nuestros países, como la educacional y la urbana en nuestro país. En la producción del hábitat residencial, el INVI tiene una base muy importante de conocimientos y experiencias, pasadas y actuales, de las cuales echar mano a una suerte de "genealogía" de las políticas de vivienda en nuestro país. Así, poder enfrentar el diseño y producción del hábitat residencial de interés social con mayor flexibilidad, complejidad y respuesta en las distintas dimensiones que demanda dicha solución.

El artículo de Sandra Sánchez y Rodrigo Amuchástegui, a través de la aplicación del concepto de "biopolítica" en la construcción del espacio doméstico de la ciudad de Buenos Aires, refleja de manera singular y en interacción con la evolución institucional y normativa, e inserto en una suerte de propio devenir histórico en perspectiva histórica. Desde los orígenes de la Municipalidad (último cuarto de siglo XIX), muestran mediante abundante material bibliográfico y antecedentes, la tesis de Foucault, respecto de la "biopolítica" como despliegue de su concepto inicial de "biopoder". En cuanto conjunto de mecanismos por medio de los cuales los rasgos biológicos fundamentales de la especie humana, son parte de una política, estrategia política o una estrategia general de poder sobre la vida de las personas. Con abundante material histórico y de información plantean una suerte de "genealogía" a partir de las epidemias, donde comenzaron a gestarse múltiples instrumentos institucionales de control y regulación del espacio urbano que afectaron fundamentalmente al espacio doméstico. A principios de siglo XX con la propuesta de proyectos de vivienda destinados a los "pobres", "trabajadores" y "obreros", y en el escenario contemporáneo, con los diferentes dispositivos institucionales de inserción social de los grupos y sectores con problemas habitacionales que dejan una suerte de "final abierto".

Por otro lado, César Cáceres en su artículo, coloca en evidencia un problema de las políticas de vivienda y urbanismo en nuestro país, que lleva a habitar a periferias cada vez más alejadas y segregadas, como las Ciudades satélites en la periferia urbana de Santiago de Chile. Plantea las paradojas entre la satisfacción residencial y precariedad económica de los proyectos residenciales privados para clase media. Estos proyectos lejos de constituir un "oasis de calidad de vida", exhiben la vulnerabilidad de grupos medios con precarias herramientas para habitar la periferia urbana si bien el promotor privado internaliza los costos asociados a la urbanización, el habitante muestra dificultades económicas de acceso por el carácter privado del equipamiento (transporte, centro médico, clubes deportivos) y el perfil socioeconómico real del habitante.

Mariela Paula Díaz, en su artículo, releva las relaciones conflictivas entre hábitat popular y mercado laboral, producto del desarrollo urbano desigual de la ciudad de El Alto, en Bolivia. Mediante entrevistas semi-estructuradas y encuestas a informantes-clave y residentes de la ciudad, indaga sobre los problemas de acceso a la ciudad en relación a la calidad de la vivienda y la provisión de los servicios públicos domiciliarios y la proliferación de mercado laboral informal de los habitantes, como producción de desigualdades a través de proyectos habitacionales públicos en la periferia de la Ciudad El Alto de Bolivia para acoger la migración campo-ciudad.

Mónica Mejía-Escalante, plantea los problemas de equidad en la solución de necesidades básicas y la dotación adecuada de bienes y servicios duraderos de una vivienda, a través de una revisión de los instrumentos de derechos humanos en materia de vivienda de las Naciones Unidas (ONU), como una fuente institucional de origen del déficit de vivienda en América Latina. Plantea una inconsistencia entre saberes locales y la red institucional del saber habitacional. El déficit habitacional evalúa el acceso a la vivienda, en términos de dotación de los servicios básicos (bienes y servicios) del programa de vivienda ofrecido por los Estados, pero no incorpora la capacidad de las familias para satisfacer esas deficiencias, y el acceso a una vivienda adecuada.

Rocío Silva y Víctor Fernández, plantean un campo del problema habitacional en américa latina, relacionado con las áreas declaradas patrimonio de la humanidad que albergan situaciones de deterioro y pobreza en los centros de las ciudades. Su artículo revisa conceptualizaciones, situaciones y potencialidades en relación con los paisajes culturales de Unesco desde la perspectiva de América Latina y el Caribe, no europea. El artículo analiza la Lista de Unesco y la situación de América Latina y el Caribe en este aspecto. Revisa en forma crítica, los procedimientos y posibilidades para la inscripción de nuevos paisajes culturales en dicha lista y esboza algunos patrones que ayuden a avanzar en la complejidad de la gestión de estos paisajes. De esta forma, un análisis socioeconómico pormenorizado de los paisajes culturales de América Latina y El Caribe podría ofrecer muchas claves para avanzar en el complejo debate sobre su gestión y las consecuencias socio-culturales de este tipo de políticas. Se explora en las comunidades locales para el surgimiento de un modelo de patrimonialización participativa frente al institucional imperante.

En el artículo de Gabriela Morais y Carolina Palermo, se analiza el proceso de propiedad de la vivienda en la perspectiva de separar el deslumbramiento de satisfacción residencial de programas implementados por el gobierno de Brasil. El estudio nos instala en un problema en el cual es necesario saber aislar el "eco de sorpresa o choque" en la opinión de los residentes acerca de su nueva villa. Factor de vital importancia para que el investigador pueda identificar el potencial de adaptación del espacio a la familia del usuario y la verdadera medida de la satisfacción habitacional expresada. Al efecto, el trabajo incluye un estudio de caso llevado a cabo con los residentes de los conjuntos producidos por los programas federales en los últimos 4 años en el Estado de Santa Catarina, Brasil.

Finalmente, el artículo de Constanza Espinosa y Alejandra Cortés, nos ingresan al interior de la vivienda, en el problema de confort habitacional que es también donde se concretan las divergencias entre teoría y práctica habitacional, que buscan entregar a los habitantes las condiciones mínimas de vivienda para su desarrollo. Según estas autoras, el confort higro-térmico tiene una serie de variables como la humedad, temperatura y ventilación de los espacios habitados y se relaciona directamente a través del diseño y reglamentación técnica, con las características de la vivienda, con el clima del entorno y con las prácticas sociales de los habitantes. El estudio arroja conclusiones que son un desafío conceptual o metodológico posterior. A pesar de las falencias técnicas que los técnicos e investigadores detectan formalmente a las viviendas sociales, sus habitantes consideraban la calidad de su vivienda en términos generales, en los tres conjuntos habitacionales estudiados, la mayoría la evaluó como "buena".

Los siete artículos incluidos en el presente volumen de la Revista INVI, muestran las distintas facetas de los conflictos en la producción y existencia cotidiana del hábitat residencial en su condición privada y pública. Se establecieron las relaciones entre la racionalidad histórica del Estado para dar soluciones habitacionales y los problemas que plantea el modelo de desarrollo de mercado y privado, para alcanzar el bienestar habitacional y la equidad en el acceso a la vivienda, el barrio y la ciudad por parte de los grupos sociales. Tarea pendiente para las prácticas de investigación, y las instancias de diseño de políticas públicas. Políticas, que permitan compatibilizar el carácter situado del conocimiento urbano, con la acción totalizadora y no descentralizada del poder político (gobierno).